El poder iluminador de la Vitamina C

Es inevitable. Cuando tenemos un vaso de zumo de naranja delante, todos nos acordamos, irremediablemente, de aquella frase que tantas veces nos han dicho. Si, aquel “tómatelo rápido, que se van las vitaminas”. Claro, automáticamente piensas, “pero, ¿adónde van a ir?”. Por supuesto, no van a ninguna parte, pero resulta que esta frase con la que a todos nos han apremiado en algún momento, tiene una pequeña parte de razón.

 Y es que resulta que la Vitamina C puede oxidarse.
Si al zumo le metemos prisa para beberlo, los productos cosméticos con vitamina C tienen un gran problema: se pueden oxidar. Y vuelve a ser, de nuevo, la misma historia que con el zumo. Sí, pero no.

 Y exactamente por el mismo motivo: el ácido ascórbico (la vitamina C convencional) se oxida al estar en contacto con el oxígeno, y es esto lo que puede hacer que el producto no funcione correctamente e incluso puede producir piel apagada, puntos negros… Pero esto no pasa cuando el producto que nos aplicamos presenta la vitamina C estabilizada, como en nuestro producto NOX-3C Serum. Además, la acompañan de un conjunto de antioxidantes que refuerzan el poder de esta vitamina C para que, aunque los radicales libres generados por el sol, la contaminación o el humo del tabaco puedan debilitarlos, y el producto ofrezca una protección mucho más eficaz a la piel.

 Otro aspecto que hace único a este producto es su formulación, ya que la vitamina C se presenta de 3 formas distintas: al 5% estabilizada, al 1% en forma libre y al 1% encapsulada en liposomas, lo que quiere decir que se conserva estable y va directamente al foco del problema.

Porque si todos sabemos lo mucho que ayuda esta vitamina a nuestras defensas, ¿cómo no iba a tener el mismo efecto en nuestra piel? Proporciona una luminosidad al rostro que es evidente desde el primer uso y que consigue ese efecto “buena cara” que tanto nos gusta tener y que, con un poquito de ayuda, podemos conseguir.

Otros post

IDIOMA

Newsletter

Suscríbase a nuestro boletín