El verano es la estación en la que pasan más cosas. Viajamos (esperamos poder hacerlo, por fin), trasnochamos, practicamos más actividades al aire libre… ¡Ah! Y disfrutamos de las vacaciones. Es nuestra estación favorita.
Pero también hace más calor, a veces demasiado, y aumentan las horas de luz solar. Al exponer nuestra piel más de lo habitual a un sol muy potente, las radiaciones que éste emite pueden dañar nuestra piel. De hecho, en los casos más graves, estos daños pueden ser irreparables.
¿Qué tipo de radiación emite el sol?
La luz del sol se compone de diferentes tipos de radiaciones, cada una de ellas con una longitud de onda que afecta de una forma u otra a la piel:
- UVC: es la más dañina, pero afortunadamente no alcanza la superficie de la Tierra.
- UVB: nos llega en poca proporción, pero aun así es la causante de quemaduras y otros daños graves en la piel.
- UVA: a pesar de ser la que nos llega en mayor cantidad, es la menos dañina. Es responsable del fotodaño y de algunas alergias.
- IR: la radiación infrarroja es la causante de la sensación de calor. Nos afecta especialmente en verano y es responsable de la degradación de colágeno.
- Luz azul (HEV): proviene tanto de los rayos del sol (luz visible VIS) como de los dispositivos electrónicos. La luz azul artificial, la generada por estos dispositivos: móviles, pantallas de ordenador, etc. es la que daña nuestra piel. Puede acelerar el fotoenvejecimiento: favorecer la aparición de manchas y arrugas, la pérdida de firmeza y elasticidad. Debemos protegernos de ella con fotoprotectores de última generación formulados con filtros específicos.
¿Sabías que el sol causa el 80% del envejecimiento de nuestra piel?
Para protegernos de esta radiación y de sus daños en la piel, los fotoprotectores más avanzados contienen filtros solares IR, VIS y HEV junto a activos antioxidantes que ayudan a prevenir los efectos de los radicales libres en la piel. De esta forma, estamos protegiendo nuestra piel del sol y evitando la aceleración del envejecimiento (más arrugas, flacidez facial, manchas…), ya que el sol es el causante de, aproximadamente, el 80% del envejecimiento de la piel.
Un fotoprotector para cada tipo de piel
Con los protectores solares a veces no somos tan exigentes como con otros productos cosméticos. Cuando vamos a comprar una crema antiarrugas o un sérum… nos fijamos en que su textura e indicaciones sean adecuadas para el tipo y necesidades de nuestra piel. Sin embargo, con los fotoprotectores solemos elegir uno que tenga un alto factor de protección, que ‘no pique’… y poco más. ¡Error! Tienes que elegir el fotoprotector que mejor se adapte a tu piel y a tu estilo de vida.
- Si tu piel es mixta con tendencia grasa, por ejemplo, no debes aplicarte un fotoprotector graso. Elige uno que sea OIL FREE, como HD SUN·CARE Emulsión OIL FREE Doble Acción SPF50+. Su textura ligera se absorbe fácilmente y no deja residuo graso. Es un fotoprotector antiimperfecciones. Sus activos proporcionan una hidratación homogénea y un frescor intenso en la piel sin brillos.
- Para pieles sensibles y reactivas ten especial cuidado en elegir un fotoprotector adaptado a las necesidades especiales de este tipo de piel. HD SUN·CARE Mineral SPF50+ no solo las va a proteger del sol, sino que también incorpora activos calmantes y descongestivos. Además, es resistente al agua.
- Si tu piel es normal y tu estilo de vida es urbano, necesitas protegerte no solo de la radiación solar, sino también de la contaminación, muy dañina para la piel. HD SUN·CARE Aqua Emulsión SPF+ cumple perfectamente ambas misiones.
Los tres incorporan tecnología innovadora:
- Epigenética: que frena el daño causado por la contaminación y el estrés.
- Blue Light Shield: que protege de la luz azul que emite tanto el sol como los dispositivos electrónicos (móvil, tablets, ordenadores, etc.).
- Sun Care Shield: que contrarresta a los radicales libres generados por la radiación UVA, IR y VISIBLE.
Este verano muévete con precaución, ya que el virus no ha desaparecido, y no olvides protegerte también de las radiaciones solares y del daño que pueden causar en nuestra piel.