La vida nació en el mar. Las primeras células con vida aparecieron en organismos marinos. Por este motivo, hay una afinidad entre nuestras células y los ingredientes activos marinos; poseen una estructura similar. Esta similitud dota a los principios activos derivados de las algas de una eficacia y tolerancia extraordinarias, pues nuestras células reconocen algunas moléculas provenientes de las algas más fácilmente que otras procedentes de plantas terrestres.

Hay 25.000 especies de algas. Constituyen el mayor grupo vegetal de la flora marina. De estas, solo alrededor de 20 se usan en cosmética y son muy apreciadas por su riqueza en sales minerales.

 Eficacia probada durante millones de años

 Las algas llevan viviendo millones de años en el océano, lagos y ríos, y durante todo este tiempo han logrado crear mecanismos de protección y de restauración que ahora podemos aprovechar y aplicar en cosmética.

Las algas también sufren tensiones parecidas a las que se ve sometida la piel: deshidratación (mareas), daños causados por la radiación solar (rayos UV), cambios bruscos de temperatura (aire/agua), etc.

Para sobrevivir, han desarrollado sistemas de protección y restauración que los laboratorios cosméticos han logrado replicar en productos para el cuidado de la piel.

 Tipos de algas

 La variedad de algas disponibles es inmensa. Sin embargo, la industria cosmética poco a poco va descubriendo cuáles son las más beneficiosas para nuestra piel. Las más empleadas actualmente son las rojas, las verdes y las pardas. Deben su color a la cantidad de luz que reciben.
  • Las algas rojas son perfectas para tratar la hinchazón de las piernas y resto de extremidades por sus propiedades vasoconstrictoras.
  • Las algas verdes, ricas en vitaminas, son perfectas para hidratar y relajar.
  • Las algas verde-azuladas tienen un alto contenido en proteínas. Son ideales para los tratamientos antiarrugas y de regeneración de la piel.
  • Las algas pardas son ricas en yodo, minerales, vitaminas… Además de hidratantes ayudan a prevenir la celulitis.
Beneficios de las algas
Las algas tienen un alto contenido en espirulina, vitaminas, minerales, colágeno, proteínas, oligoelementos y ácidos grasos omega.
¿En qué se traduce esta rica composición?
  • Las algas fortalecen la piel y aceleran el crecimiento de las uñas y el cabello.
  • Restablecen los niveles naturales de humedad.
  • En el rostro, con capaces de mejorar las líneas de expresión, arrugas y compensar la falta de tersura.
  • Facilitan la vasodilatación, de tal modo que mejoran la circulación sanguínea y el flujo linfático. Esto multiplica su capacidad de eliminar la grasa localizada, unido a su potencial oxigenante y reafirmante.
  • Ayudan a mejorar la celulitis, la piel de naranja y la flacidez.
  • Las algas promueven la regeneración de los tejidos, activan el metabolismo celular y estimulan las células que participan en los procesos de adelgazamiento (las algas tienen una acción directa en la glándula tiroides, que regula el metabolismo).
En definitiva, nos ayudan a recuperar un aspecto joven, terso y saludable.

 Un ejemplo: Euglena gracilis

 La Euglena gracilis es una de las algas con mayores propiedades. Se trata de un alga unicelular que actúa como dermoactivador nocturno. Esto resulta fundamental para potenciar los mecanismos de reparación de la piel que, de forma natural, se activan por la noche. Cuando empleamos un cosmético que contiene este activo, estamos ayudando a que nuestra piel se recupere de las agresiones a que se ve sometida durante el día: contaminación, radicales libres causados por la radiación solar y el estrés, etc.

Es el caso de HD NOX+ CREMA NOCHE. Diseñada específicamente para su uso nocturno, esta crema permite una mayor asimilación de los ingredientes activos durante la fase de descanso.
Su uso continuado ayuda a devolver a la piel la apariencia propia de su juventud tonificándola y eliminando las señales de fatiga.

Para aprovechar el potencial de este producto, es aconsejable limpiar bien el rostro antes de aplicarlo. De esta forma, facilitaremos que sus activos, incluida la Euglena gracilis, se absorban mejor y resulten más eficaces.