Sales a la calle y el sol te golpea. Das dos pasos y la humedad se convierte en tu nueva e inseparable amiga… Aún no llevas ni un minuto alejada del paraíso artificial del aire acondicionado y ya te arrepientes de haber salido de casa.
Te has puesto guapa, con un vestido ligero, calzado abierto… pero te has aplicado los mismos cosméticos que empleas en invierno. Te das cuenta que ahora en verano te resultan demasiado densos; tu piel a duras penas los puede absorber. Y te preguntas: “¿Si cambio mi vestuario y me abrigo menos en verano, por qué uso los mismos cosméticos, las mismas texturas, tanto en invierno como en verano? ¿No debería recurrir a texturas más ligeras y fáciles de absorber en verano?”.
Este artículo va a responder a tus preguntas.
La piel es el mayor órgano del cuerpo humano. ¿Sabías que puede llegar a pesar unos 6 quilos? Sin embargo, no siempre la cuidamos como es debido. ¿Cuántas veces has acudido al dentista en los dos últimos años? ¿Y al dermatólogo? La verdad es que no le hacemos mucho caso…
¿Cómo podemos ayudar a nuestra piel?
Cuidar la piel implica prestarle atención, estar atentos a cualquier cambio que sufra (revisa manchas y lunares, sus cambios de color, de forma, si aparecen nuevos…). Cuidarla significa también evitar exponerla al sol en exceso, protegerla de las agresiones del medio ambiente, como la contaminación… Y, por supuesto, emplear productos cosméticos que tengan garantían farmacéutica: los dermocosméticos.
Tenemos asumido que cada necesidad de la piel requiere un producto específico: arrugas, manchas, flacidez, deshidratación, etc. Sin embargo, no les atribuimos a las texturas la importancia que merecen.
Las texturas, además de crear experiencias sensoriales únicas son capaces de mejorar la eficacia de los productos. Para ello, debemos elegir aquella se adapte a nuestra piel. Elegir la textura más adecuada nos ayudará a que los activos penetren mejor en la piel y resulten más eficaces. Y cuando aprieta el calor, además, es fundamental elegir productos cuyas texturas sean ligeras, agradables, que se absorban fácilmente y que no resulten demasiado densas.
Texturas ideales para el verano
El sérum es un concentrado de activos que ejerce una acción intensiva. Su textura ligera y de rápida absorción lo convierte en el cosmético preferido. Ahora en verano, te recomendamos HD BLUMOIST Sérum. La línea HD BLUMOIST está concebida para hidratar la piel y protegerla de la luz azul (radiación HEV), aquella que generan dispositivos electrónicos como móviles, tablets, pantallas de ordenador, etc. Aplícatelo y verás qué rápido lo absorbe tu piel.
Su perfecto complemento es HD BLUMOIST AQUA GEL, que te sorprenderá sin duda por su experiencia de uso. En contacto con la piel, su textura evanescente se convierte en gotículas de agua que se absorben inmediatamente. Dejará tu piel hidratada, pero sin sensación grasa. Este es uno de los productos preferidos por los hombres precisamente por su ligereza.
Con este dúo, la hidratación aumenta un 78% más incluso transcurridas ocho horas desde su aplicación, según un estudio. El 95% de los voluntarios que participaron en este estudio afirman que BLUMOIST “hidrata en profundidad, evita la deshidratación, suaviza la piel y no deja sensación grasa”.
Como ves, las texturas no solo son interesantes como experiencia sensorial, también ayudan a que la eficacia de los activos aumente. Recurre a texturas adecuadas a tu tipo de piel y a sus necesidades. ¡Tu piel te lo agradecerá!